Hola miles de gracias a quienes lo leéis, recordad que me nutro de seguidores y comentarios, espero que lo comentéis. Hoy tenemos...
Como siempre os digo, si veis algún fallo decírmelo, lo he repasado pero siempre queda algo, gracias. :)
Como siempre os digo, si veis algún fallo decírmelo, lo he repasado pero siempre queda algo, gracias. :)
Nº De registro en Safe Creative: 1606188173629
Pasadas dos semanas,
Ana, estaba nerviosa, pronto daría a luz, y la estábamos preparando sería la
primera humana con un bebé inmortal.
Llegó el día, y
preparamos la sala, y la tumbamos en la camilla, Carlisle la sedó, y la
abrimos, dios el niño era grande, lo sacamos, y cuando estaba fuera se lo llevó
Edward, mientras cerrábamos a Ana.
POV Sofía
Nos acercamos a ver
al niño, era precioso, los ojos eran del color de Ana, y la piel era de un
color claro, no blanco, ni pálido, y el crío era calido, así que Edward afirmó
que era semi humano, algo bueno para todos nosotros.
Ana se recuperaría
pero por lo que yo la oí se que le pidió a Carlisle que la convirtiera y por
una vez él se negó, jamás me lo hubiese imaginado.
POV Carlisle
Verla así suplicarme
que la cambiara era una sensación amarga, no quería por mucho que me lo dijera
convertirla aun no.
Deseaba su vitalidad,
su amor, y su vida, no deseaba convertirla a mí amargada existencia, y menos habiéndome
dado un dulce bebé que era lo mejor de ambos.
El niño era un semi
vampiro, pero era calido, y corría la sangre por su cuerpo, y crecía despacio,
así que dentro de poco lo veríamos correteando por aquí.
Era precioso, los
ojos los tenía como su madre, azules, y el rostro tranquilo como yo, era rubio
como yo, y comía comida de verdad, aunque prefería a veces sangre, había pasado
un día y ya le tenían cariño todos.
Ana seguía convaleciente
pero me había dejado de hablar y yo sabía el motivo, mis hijos y las niñas le
habían dicho que tenía que esperar pero no había manera ella estaba deseando
ser convertida, y claro, no podíamos aun, tendría que esperar a que las chicas
tuvieran los pequeños niños que Alice había visto para convertirlas.
Miré hacia donde
estaba Alice, tenía en brazos a mi hijo, la miré y ella me sonrió yo me
sorprendí feliz de verla con un bebé.
Decidí subir a ver a
Ana, aunque sabía que me iba a mandar lejos, lo que yo no sabía lo que tenía
pensado hacer cuando se recuperara y esa decisión me iba a estropear mi vida.
Toc, toc, llamé a la
puerta.
―Pasa, dijo ella.
―Hola, cariño, ¿cómo
vas? La pregunté.
―Hasta que has
entrado bien, dijo ella.
―Sabes que no puedo
convertirte aun no, cariño. Le dije
―Ya bueno, eso dices
tú, me dice enfadada.
―Cariño yo... nuestro
hijo te necesitará pronto, te dejo que descanses. Le digo.
―¿Puedo verlo? Me
pregunta.
―Aún es pronto,
pero..., luego te lo subo. Le susurro.
―Vale, déjame sola
por favor, me dice mirándome con ojos de odio.
Asiento y me voy.
me intriga porqué no la puede convertir, y que el niño la necesitará
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