viernes, 25 de noviembre de 2016

Clases Particulares con el Doctor Cullen + 18: 20 CAPITULO

Hola miles de gracias a quienes lo leéis, recordad que me nutro de seguidores y comentarios, espero que lo comentéis. Hoy nos tocan explicaciones. 

Como siempre os digo, si veis algún fallo decírmelo, lo he repasado pero siempre queda algo, gracias. :) 


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POV Carlisle

―Papa, no te enfades, dijo Emmett.
―Que no me enfade, dices, hijo. Pregunte indirectamente.
―Es que veras, sentimos, haberos cortado el rollo, pero..., empezó a hablar.
―¿Pero qué? Tú no dices nada Edward. Dije yo cortándole el rollo.
―Mira casi muerdo a Sofía al cuello, quería hablar contigo, y se que Emmett también lo hubiese hecho, si no llega a pensar un poco, expuso Edward.
―Bueno, pero parasteis, ¿no? Entonces, ¿por qué habéis venido entonces?
―Nosotros, queríamos hablar contigo papa, indicó Emmett.
―Y no pensasteis que podíais esperar a que.... bueno consumáramos el acto. Digo yo. ¿no?
―Ups. Dijo Edward.

POV Ana
Me acerqué a la cabaña donde dormía Sofía, llamé, y me abrió ella un tanto sorprendida.
―¿Qué haces aquí? Me preguntó.
―El caso es que tu marido y su hermanito han ido a hablar con mi marido para solucionar sus problemas de “sed”. Dije.
―Vaya, lo siento, y ¿Nuria donde esta? Me preguntó.
―Ni idea, quieres que vayamos a buscarla. Pregunté.
―Claro, vamos.

Cuando nos disponíamos a salir, nos la encontramos en la puerta, nos miró sobre todo a mí.

―Lo siento, creo que vas a matar a mi familia, ¿verdad? Dijo, con una sonrisa.
―Tanto se nota, solté yo.
―Sí, jajaja.


Bueno, nos miramos, y decidimos ir a ver qué pasaba con los chicos, por el camino, vimos una cascada preciosa, que el sonido del agua, nos animaba a darnos un chapuzón, pero decidimos que eso más tarde, ya que teníamos por delante una buena caminata hasta mi cabaña.

POV Edward

Las chicas venían para aquí, las sentí, y una venía muy muy cabreada, el caso es que no teníamos a Jasper para apaciguar a las bestias.

―Papa, ¿Por qué no me dices como arreglar nuestro pequeño problema? Es que las niñas vienen para acá, y bueno… creo que voy a ser el primero en sufrir cierta venganza. Dije.
―Cariño, la venganza en la piel de Ana, es lo mejor que te va a pasar. Dijo él.
―Ups. Vale… Emmett y si salimos sigilosamente, para que no nos vean. Dije.
―Creo que ya es tarde, mira ahí están. Dijo Em.

Las chicas entraron, y se acercaron a nosotros, Ana, se acercaba con un pedazo palo que creo que sabía para que era.

―Ana, yo, nosotros, lo sentimos. Empecé.

Carlisle empezó a reírse al verme pedirle perdón, claro, temía más que ella se hiciera daño que nosotros.

―Vosotros, estúpidos, e insensibles chupasangres, del culo, porque siempre me tenéis que joder mis planes, dijo ella, amenazándome.

Realmente estaba cabreada nunca nos llamaba chupasangre, porque era un gran insulto. Vi a Sofía y a Nuria mirarnos con caras de asesinas, algo estaban tramando, y no conseguí ver que era.

―Chicas, ¿Qué tramáis? Pregunté
―Eso ya lo verás, dijo Ana.
―Ana, cariño, sé que quieres vengarte pero ¿podías tirar el palo? No le vas hacer daño y te lo harás tú. Dijo papá.

Ana, tiró el palo, yo suspiré, y se notó tanto, que ella se me acercó y me susurró.

―Se te acabó lo interesante, capullo. Amenazó Ana.
―Emmett, creo que están enfadadas, dije sonriendo. «Me hacía gracia verlas así»
―Nuria, amor, que tal si nos vamos para casa. Indagó tímidamente Em.
―No, creo que no, nos quedamos aquí con Carlisle y Ana, ¡ah! Y a partir de ahora, se te acabaron los kikis, que tú quieras. Serás el esclavo de Ana, y de Carlisle durante unos días. Dijo ella. «Dios la que me esperaba a mí»
―Sofía cariño. Empecé… pero no me dejo hablar.
―Tú harás todo lo que te pidan ellos también, por joderles la luna de miel. ¡Ah! Y si quieres morder y convertirme puedes hacerlo ya, que no quiero ser humana para siempre, aunque un retoño no vendría mal, no. Apuntó ella dándose la vuelta y salieron por la puerta las 3, aunque Ana, le dijo algo a mi padre que no quise escuchar.

Salieron por la puerta. Y me quedé mirando a mi hermano y a mi padre. Levanté la ceja en espera.

―¿Ha dicho retoño? Expresó Emmett.
―Sí creo que ha dicho eso. Apuntó Carlisle.
―¿Quieren hijos de vampiros, cómo? Pregunté yo.
―Fácil, ¿tengo que explicaros como? Comentó mi padre
―No, claro que no, es que me parece raro, somos vampiros, ¿no? ¿Podemos? Opiné yo.
―Creo que sí, lo he visto por ahí, pero una vez, nacida la criatura mata a la madre, así que será buen momento poner en práctica nuestros “dientes”, ¿de acuerdo? Dijo mi padre.
―Claro, papá, ¿ósea somos tus esclavos? Jajaja, esto va a molar. Dijo Emmett.

2 comentarios:

  1. ¡Hola guapa!
    No lo he leído entero pues a penas el otro día descubrí este otro blog tuyo y todavía no he podido ponerme al día con la historia, pero sí que he notado que en los diálogos, al finalizarlos, entre estos y la aclaración de después deberías poner el guioncito final para separarlo.
    Espero poder ponerme pronto con esta historia y dejarte comentarios más constructivos, pero es que el tiempo ya no me da para más /_.
    Besos!!
    María |  Cazadores de Libros

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  2. jajajaja, qué bueno que sean esclavos de Ana como castigo

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Bienvenido, me encantan los comentarios, pero ten respeto, yo te lo agradeceré.