Clases Particulares con el Doctor Cullen + 18: 39 CAPITULO

Ya sabéis esto es un fan Fiction. 
Hola miles de gracias a quienes lo leéis, recordad que me nutro de seguidores y comentarios, espero que lo comentéis. Hoy tenemos... Un dulce baile de despedida 

Como siempre os digo, si veis algún fallo decírmelo, lo he repasado pero siempre queda algo, gracias. :) 

Nº De registro en Safe Creative: 1606188173629

Como suele suceder siempre nos tenemos que ir, cambiando de zona, para que las personas no noten ninguna diferencia, y claro esta la época de Forks había acabado, las chicas, lo sabían y andábamos eligiendo varias zonas donde el sol no coincida con nuestro tono de piel.

Ellas, Nuria y Sofía seguían siendo humanas, así que decidimos ir algún sitio donde hubiese humanos, y un colegio para Bill que había crecido mucho en un par de meses, el pequeñajo se estaba haciendo muy grande, y Ana, estaba siempre encima mío para que fuera al colegio, porque así podía hacer amigos.

Yo declinaba la idea, porque el niño era vampiro, no del todo pero lo era, que pasaría si mordía a alguien, no, eso no iba a pasar siempre teníamos cuidado.

La verdad que acabamos por empaquetar las cosas cuando el tiempo cambió, yo sabía que era Ana, porque siempre que se deprimía el tiempo cambiaba a tormentoso.

―Cariño, volvemos te lo prometo, ―le dije.

―Lo sé, pero ya no habrá nadie que conozcamos, ―me susurró triste.

―Amor, necesitas que te enseñe el mundo. ―Le murmuré al oído.

―Vale, dijo sin ganas haciendo que hubiese nubes.

Era lo máximo que iba a conseguir, ella estaba deprimida, pensé en una fiesta, para ellas, y así se lo hice saber a Alice, que había decidido no invitar a nadie, solo iba a ser familiar.

POV Alice

Había tenido una buena idea Carlisle una fiesta de despedida de las chicas, estaba yo emocionada, Nuria me ayudaría, lo habíamos planeado bien, así Ana, sería feliz un día más.

Se preparó la música, la comida para ellas, la comida para nosotros, todo en general, ellas se iban a vestir, así que decidí que fuera un baile de mascaras, decidí invitar a la familia, a Tanya, y al resto.

Ya había pensando en mi “disfraz”, hablé con las chicas, con las tres y decidimos ir a una tienda que conocía fuera de Forks un poco de aire libre les vendría bien a todos, además gracias a Ana, el cielo estaba nublado.

―Yo me pido ir de Lady Mariam, ―dijo Sofía.

―Eh! Ese le había pensado yo, ―dijo Nuria.

―Ana, ¿de qué te vas a disfrazar?, ―le pregunté.

―No lo sé, pero cuando lo vea te lo diré, ―me dijo sonriendo.

―Vale, yo voy a ir de Vampiresa moderna, ―dije haciendo que todas nos riéramos.

―Bueno, yo me voy a disfrazar de Ángel, ―dijo Nuria

Estuvimos viendo los disfraces, y Ana se detuvo en uno de época, me acerqué.

―Te gusta, ¿no?, ―le dije.

―Sí mucho, le gustará, seguro. ―Me dijo mirándome.

―Seguro, lo estoy viendo, sí, le encanta. Vamos a probárnoslo.

Nos quedaban de muerte, así que ya teníamos los disfraces, ahora faltaban los boys, que los acompañaba Jasper.

Recogimos las cosas, y nos fuimos para casa, Ana, tenía hambre, y era mejor salir a comer algo, las chicas se quedarían con el pequeño Bill.

POV Jasper

Los chicos y yo, más papá habíamos decidido ir a la tienda que Alice había escogido para los disfraces, nadie nos había dicho de que iban a ir las chicas, así que decidimos improvisar, si luego nos equivocábamos, iba a ser más divertido.

―Yo me voy a disfrazar de época, ―dijo Edward sonriendo.

―Vale, pues yo, ―dijo Emmett de vampiro.

―¡Eh! No, de vampiro voy yo, ―dije yo.

―Vale, hermanito, tú de vampiro, y yo, uf, de que...ah! de Robin Hood, ―dijo Emmett.

―Papá, y ¿tú?, le pregunté.

―Ni idea, hijo, de que irá Ana, se preguntó mi padre en un nivel bajo.

―Yo creo Edward, que tú deberías ir de demonio, y papá de época, ―dijo Emmett.

―Y porque sabes eso, ―preguntó Edward divertido.

―Por la lista de la pared, son de las chicas, ―dije divertido.

―Vaya, pues nada yo de demonio y tú de de época. Jo me hacía ilusión. ― Dijo Edward.

Nos preparamos y nos fuimos para casa, estuvimos ayudando a Alice, que ya lo tenía controlado, y nos mandó de caza con Ana, para que no fuera sola, tenía un raro presentimiento mi querida duendecilla.

Comienzo de la fiesta:

POV Edward

La música estaba alta, mis primas habían llegado con sus mejores galas, la verdad que iba a ser divertida, la noche era perfecta Ana se había encargado de ella, luna y estrellas, era perfecta.

Las vi bajar por la escalera con los disfraces y con las mascaras, se podía saber perfectamente quien era quien y no solo por su mente sino también por su elegancia.

Primero iba mi dama, mi angelita iba preciosa, detrás iba Sofía de Lady Mariam, mi hermano iba también muy bien, el Robin Hood, más apuesto.

Luego iba Ana, vestida de época, iba realmente encantadora, papá se había puesto también de época a él le pegaba más que a mí, sobretodo por la edad.

Y por último mi querida hermana, vestida de vampira, jaja, que buena estampa hacíamos, me acerqué a mi dama, y la cogí de la mano.

―Me concede este baile, señorita, ―le susurré al oído.

―Sí, mi demonio, me dijo, ―sonriendo.

―Estas realmente preciosa. ―Le dije.

―Gracias. Bailemos. ―Dijo ella.

POV Carlisle

La vi, y ella me vio a mí, se acercó, y me puso la mano para que la besara, estaba radiante de energía y de alegría, por cuanto tiempo pensé.

―Estas muy hermosa esta noche, amada esposa, le susurré al estilo del siglo XIX.

―Caballero, usted también lo está. ―Dijo ella sonriéndome.

―Demos una vuelta a la luz de la luna, la cogí del brazo y salimos por la puerta.

Hacía una buena noche, sería obra de ella, la miré y vimos un banquito escondido entre unos arbustos, nos sentamos ahí. Cerca muy cerca.  Hacía frío, eso no lo podía cambiar, pero se acurrucó cerca de mí, y la calenté con mi seductora boca, dándole pequeños mordisquitos.

Me estaba poniendo muy caliente, cuando me indicó de subir a la habitación no tardamos ni un minuto en llegar.

Mi boca se desliza por su cuello, buscando sus hombros mientras mis manos exploran su pecho, se siente acalorada empieza a jadear, sigo con mi boca, sus brazos son carreteras hacia sus manos, las beso entre las mías, le quito la ropa, y el bonito sujetador que lleva, de encaje, dos pequeñas montañitas libres de su cárcel, deslizo mi lengua por su costado, mis manos no tocan nada salvo su vientre, la recuesto sobre la cama, ahora mis besos buscan las minas del rey Salomón, me interno en el valle de sus pechos, suavemente mi lengua describe círculos, mis labios la besan mientras mis manos se internan buscando su entrepierna, beso con más fuerza conforme me acerco a tus aceitunitas que son sus pezones, meto la mano y exploro el bosque, mi boca se cierne sobre su pezón, mis dientes provocan un gemido en la habitación, una vez excitada la penetró rápidamente sin darle tiempo a pensar, me mira y me sonríe, ¡Sí! Grita triunfal cuando ambos nos corremos, oímos un susurró en la puerta.

―Dejad el sexo para luego, hay invitados, dijo Alice.

Nos vestimos, y arreglamos y salimos por la puerta Alice nos mira y nos dice que con la mira, ya os vale.

Salimos, por la puerta, y nos ponemos a bailar con el resto de la familia, que nos mira y sonríe, este es el último baile en Forks.

A la mañana siguiente nos trasladamos para siempre.