Ya sabéis esto es un fan Fiction.
Hola miles de gracias a quienes lo leéis, recordad que me nutro de seguidores y comentarios, espero que lo comentéis. Hoy tenemos...Que clase de Vampiro Soy.
Como siempre os digo, si veis algún fallo decírmelo, lo he repasado pero siempre queda algo, gracias. :)
Hola miles de gracias a quienes lo leéis, recordad que me nutro de seguidores y comentarios, espero que lo comentéis. Hoy tenemos...Que clase de Vampiro Soy.
Como siempre os digo, si veis algún fallo decírmelo, lo he repasado pero siempre queda algo, gracias. :)
Nº De registro en Safe Creative: 1606188173629
La pregunta del
millón porque una vampira, no podía alcanzar a oler, buena pregunta.
El caso fue que todos
se quedaron flipados, y yo me sentí inútil así que me fui corriendo, escapé
hacía el bosque, noté que me seguían supuse que era Carlisle, me paré y me
quedé esperando a que llegara, pero me equivoqué no era mi marido, era....
―Espera, no huyas, no tienes por qué. ―Me dijo él.
―Ya, pero quien quiere a una vampiresa que no puede oler, ―susurré
―Carlisle, por ejemplo, tú eres su esposa, y siempre te
querrá. ―Me volvió a decir.
―Puedes dejarme un rato, por favor, sola, le miré
suplicante.
―Claro, si me necesitas, llámame y estaré a un paso de ti. ―Me
sonrió.
―Gracias, Jasper. ―Sonreí.
Salió disparado para
la casa, era raro, podía sentir, podía oír, pero no podía oler, que había
dentro de mí, que fuera mal. Me sentía como una humana, sin olor.
Miré para atrás,
sabía que Carlisle no me dejaría mucho rato asolas, así que me dediqué a
observar todo, vi flores, árboles, un mundo feliz, donde yo no encajaba.
Me deslicé hacía la
casa, vi que el pequeño Bill estaba jugando con Rose, me acerqué y ella me vio
y me sonrió.
―Has vuelto, Ana, mira el pequeño, esta bien, no te
preocupes. ―Me susurró
―Sí, ¿Puedo cogerlo?, por favor, susurré
―Claro que sí, mi amor, me dijo Carlisle agarrándome de la
cintura y besándome el cuello.
―¿Me sigues amando?, ―pregunté.
―Siempre, aunque fueras un bicho raro, te amaría. Además
puede no ser un defecto, sino algo mas profundo, déjame verte. Amor. ―dijo él
tiernamente.
Mientras yo cogía al
pequeño Bill en brazos mi marido me miró de arriba abajo, quizás solo quizás
fuese un defecto de fabrica pensé.
―Jajaja, no lo creo Ana, tú no tienes defectos de fábrica. ―dijo
Edward.
―Eso lo dices tú, ―dije sin ganas.
―Ya empezamos, creo que tu mujer está deprimida, ―dijo
Edward.
―Ana, cariño, te vamos a llevar de tiendas, ―dijo Alice.
―No, yo quiero irme de aquí, algún lugar donde no tenga que
oler, nada. ―dije, saliendo huyendo con el niño en brazos.
―¡Ana! Para por favor, cariño, el bebé no tiene la culpa,
ven dámelo, ―dijo Carlisle parándome en seco.
―Lo siento, ―dije, intentando no “llorar”
―Ven aquí, mi amor, yo te cuidaré. ―me dijo Carlisle,
dándome besitos.
Me agarró por la
cintura, mientras yo me cubría la cara, y de la otra mano, llevaba agarrado al
pequeño Bill.
―Sabes cariño, he pensado que quizás deberíamos irnos un
tiempo, los dos solos, sin el pequeño. ―me susurró.
―¿A dónde iríamos?, ―dije mirándole.
―Al paraíso, vamos a casa, para que te vean las niñas y
sepan que estas bien.
Diciendo eso me cogió
de la mano, y nos fuimos para casa, las niñas estaban preocupadas por mí, y la
familia también.
POV Carlisle
Decidimos irnos unos
días a Alaska, con mis primas, para ver si así se le pasaba el mal rollito que
tenía mi preciosa vampiresa.
Mientras investigaba
porque razón no podía oler, ya que respirar si podía, en definitiva era raro.
Además Ana tenía un
don bastante peculiar, si Jasper, podía usar los sentimientos de los demás, ella
podía controlar el tiempo y los animales, es decir, era mi superheroína.
Estuvimos en Alaska
durante 3 semanas, y comprobé que el problema de mi mujer, no residía en que no
pudiese Oler, era que cuando siendo humana, al instarme a seducirla la golpee y
la partí la nariz reduciendo la posibilidad al olfato, así que realmente había
perdido el sentido del olfato, tampoco lo necesitaba mucho porque siempre podía
saber que era lo que olía o no mal.
Para mi era perfecta.
Una noche, me tenía
acorralado en la cama, ella encima mío, sin yo poder moverme, besándome y
acariciándome con su lengua, cuando me di cuenta lo hermosa que era.
La dejé hacerme el
amor, era delicada, y me empezó acariciar con su lengua y sus besos desde la
planta de los pies hasta mi sexo, pasando suavemente, y acariciándome por todos
los rincones de mi cuerpo, de ahí se centró en mi sexo, mordiéndolo y
chupándolo con mayor intensidad, y con mayor fuerza que la vez anterior, me di
cuenta que ella deseaba enseñarme lo feliz que era, dios, y tanto, noté como me
ponía a mil, la aparté y la senté encima mío para correrme encima de ella, y
cabalgar juntos. Me levanté y me tumbé encima suya para llegar a sus pechos y
acariciarlos con mi lengua juguetona, así seguí hasta que ella y yo llegamos al
clímax a la vez.
Fue la mejor noche de
toda mi vida.
Misterio de porque no huele resuelto. Carlise es un amor ❤
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