Buenos días, hoy os traigo un relato que escribí para el grupo de facebook Literfantasy. Era seguir una frase y crear un relato de un equis número de palabras.
El relato se llama "El tiempo Paralizado" está registrado en SafeCreative: 2006234510801
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
Las manecillas del reloj comenzaron a girar descontroladas,
todo a su alrededor se convirtió en un caos y en un momento dado el tiempo dejó
de existir. Había conseguido en un alarde de confianza y curiosidad que todo se
detuviera con un simple gesto con las manos, sin pensar en las consecuencias de
aquel acto.
―¡Alissa! ―la reprendió una de las chicas mayores que estaba
en la sala.
―Perdón, Desiree. Solo quería probar el hechizo que venía en
el libro ―señaló con un gesto el libro que se encontraba en el suelo en ese
momento abierto por una página en concreto.
―Antes de practicar magia que no se conoce, piensa un poco
las consecuencias. Fíjate lo que has hecho, el tiempo en sí no se mueve. Vamos
a ver cómo podemos revertir dicho hechizo antes de que llegue el jefe de
estudios, ¿te parece?
La chica asintió sabiendo que había cometido un error que la
llevaría a un castigo ejemplar si el maestro se entesarse.
Cogieron el libro abierto por la parte que tenía los
hechizos de tiempo y se pusieron a leer con detenimiento. Cuando una tos las
interrumpió, ambas elevaron la cabeza y se encontraron cara a cara con el
maestro.
―¿Se puede saber que está ocurriendo aquí? ―preguntó el ser
con una voz grave haciendo brincar a ambas niñas.
La tez de Alissa tornó a blanco sabiendo que las había
pillado infraganti, tragó saliva y comenzó a relatarle lo sucedido.
―Pues verá usted, mientras colocaba los libros ―señaló la
montaña de ellos que había en el suelo ―uno por casualidad se cayó abriéndose
por la pagina del hechizo del tiempo y... ―no pudo continuar por ser cortada
por el hombre que la observaba.
―Y la curiosidad le pudo, ¿verdad, niña?
―sí maestro. Perdóneme. ―Alissa agachó la cabeza y suspiró
pensando en el castigo que la pondría.
―Desiree, ¿ha encontrado el contra hechizo?
―No, maestro ―la joven negó con la cabeza dejando el libro
sobre la mesa.
―Eso queridas niñas, es porque ahí no se encuentra.
¡¡Tráemelo!! ―exigió con fuerza.
La chica lo cogió de nuevo y se lo dio en la mano, este
comenzó a pasar con energía las hojas y en un suspiro recitó:
―El tiempo se paró, y las manecillas descontroladas están,
devuelve a su estado normal todo lo que el hechizo tocó, que el tiempo se
reponga sin más.
El tic toc del reloj les llegó de fondo, el tiempo se había
restaurado, y todo volvía a su ser. El maestro se giró y caminó lentamente por
el pasillo pero antes se volvió y con una expresión de maldad, castigó a Alissa
por su curiosidad.
Muy chulo, Ester! Estás niñas seguro que harían más de las suyas mientras aprenden magia.
ResponderEliminarNo veo cabida para un comentario irrespetuoso si la persona ama el hábito de leer, por lo tanto esta demás.
ResponderEliminarInteresante relato, quedé intrigado con el castigo que le tocó a la niña, quizás podría dar argumento para una segunda parte. Por cierto, la curiosidad mató el gato...